Cómo he vivido un año(2018) de WordCamp (por Javier Casares)

Javier Casares ha tenido el enorme detallazo de escribir para los asistentes a WordCamp Granada 2018 un artículo resumiendo su periplo a lo largo de todas las WordCamps de España en 2018 (no ha fallado en ninguna). Os dejamos con él, no sin agradecerle su entrega con la organización de esta WordCamp y con la comunidad.

Una semana antes de la WordCamp Granada me escribía JesúsYesares con una petición: si quería escribir un resumen de todo este año 2018 de WordCamp a las que he asistido a todas además de haber sido ponente. La respuesta fue rápida y simple: .

Sabía que estos artículos llegarían y quiero escribir varios. En este caso, desde la ventana que se me da desde la WordCamp Granada quiero explicar mi experiencia del porqué tomé esa decisión. Todo comenzó, en realidad, en la WordCamp Santander 2017.

Hacía unos años que estaba bastante apartado de la Comunidad, aunque unos meses atrás por motivos personales y laborales había lanzado WPdanger, un proyecto que hizo volver a meter el hocico en el mundillo, aunque como siempre digo, desde las afueras.

La WordCamp Santander fue tan divertida hablando y discutiendo y riendo del «Hello Dolly» (también conocido como Hola Dorothea) que, a la vuelta, me propuse un reto personal: en 2018 voy a ir a todas las WordCamp. Necesitaba pasármelo bien y era la excusa perfecta.

Cuando llegué de vuelta a Barcelona y comencé a revisar la WordCamp Zaragoza me propuse mandar alguna ponencia de seguridad, así que yo mismo me amplié mi propio reto: ya que voy a ir a las WordCamp, voy a compartir conocimiento y a ser ponente. Me gusta hablar, me gusta improvisar, me gusta enseñar.

La WordCamp Zaragoza fue especial porque fuimos la troupé de Barcelona casi al completo. Además de conocer a los que después han sido parte del equipo central de la WordCamp Barcelona, también conocí a una persona (que asistía a su primera WordCamp) y a la que considero una persona de las más importantes en mi vida actualmente. Sí, estas cosas son las que te pueden dar una WordCamp, conocer a alguien y que parezca que os conocéis de siempre. Sin duda una de las conclusiones más mejores que me llevo de cualquier WordCamp es que la gente que asiste es buena gente.

La siguiente parada era en Las Palmas de Gran Canaria. Había estado en Tenerife hacía como 8 años, pero no en Las Palmas, lo que era también un buen punto de partida. El contrapunto fue la mañana del viernes en la que me llamaron para decirme que mi socio había fallecido. Llevaba tiempo mal pero, aunque uno se hace la idea, estas cosas te dejan muy tocado. Sin duda y gracias a Joan Artés, que me acompañó todo el fin de semana y me dio apoyo completo, también he de agradecer a la comunidad que más me conoce por arroparme en esos días tan complejos.

La WordCamp Madrid se hizo complicada en cuanto a organizarme yo mismo. A veces hay que mirar el bolsillo y lo único que económicamente se ajustaba para poder ir era viajar de buena mañana el día de las sesiones y volver esa misma tarde. Seguramente es laWordCamp más corta en la que he estado y en la que menos he podido participar,pero hay que tener en cuenta que la organización y ponentes (además de los voluntarios, como su nombre indica) es de forma gratuita y desinteresada, pero no olvidemos que esto implica que cada uno se ha de costear sus cosas. Así que es importante analizar a qué WordCamp vas, cómo vas y cómo te organizas.

Las siguientes semanas se planteaban frenéticas ya que en un plazo de dos semanas teníamos dos eventos. El primero era la WordCamp Bilbao que comenzaba el movimiento con una ruta turística. No sé cuánto andaría aquel viernes, pero entre el paseo que yo mismo me di por la ciudad, más la ruta con explicaciones que hubo por la tarde, seguramente me hice unos 25 kilómetros. Y es que, si puedes, hay que aprovechar para visitar las ciudades donde se hacen los eventos. Conocer la ciudad donde se hace una WordCamp te permite conocer a los que participan y qué diferencia una de otra.

A las dos semanas volvía al norte, en este caso a la WordCamp Irun en la que su líder Pablo Moratinos hizo un trabajo espectacular. Sin duda la WordCamp Irun estará en el top 3 de mejores WordCamp de este año. Creo que también puso de manifiesto que en las WordCamp se come muy bien, y eso ha hecho que suba mucho las exigencias en el tema comida en las posteriores. La comida es ese momento que une a todos los que forman parte de la organización de una WordCamp: patrocinadores, ponentes, voluntarios y organización.

Antes del parón veraniego tocaba el turno a un clásico, la WordCamp Sevilla. Tengo mucho cariño por esta WordCamp por muchas razones (la primera a la que asistí fue ahí) y generó la semilla de crear la Comunidad en Barcelona. Llegué un día antes de lo habitual porque se montó una de esas Meetups para comer que últimamente hay el día antes, y que además me permitió quedar con Mauricio Gelves el resto de la tarde, lo que te da para conocer mucho mejor a las personas y sus intereses. En vez de volver a Barcelona, decidí irme unos días a Granada (donde daría una Meetup de Seguridad) y justo a la hora de las despedidas David Pérez se ofreció a acompañarme a la estación de autobuses. Cuando le dije que iba a Granada, él también, acabó haciéndome de taxista y me dejó en la puerta de casa. Sin duda los momentos previos y posteriores a una WordCamp, las personas, son lo que hacen grande a la Comunidad, el evento es la excusa.

La vuelta al cole prometía porque teníamos dos WordCamp en dos semanas. La primera la WordCamp Valencia. Voy a dar un tirón de orejas, de forma positiva, porque seguramente es la que más pinchó en lo que a organización se refiere, pero por falta de experiencia. Estar en la Comunidad WordPress y ser organizador de una WordCamp no es trivial: si quieres ser parte de la Comunidad has de formar parte de la Comunidad. Y tras el tirón de orejas, he de reconocer que han entendido perfectamente lo que esto supone porque después del evento me he cruzado con parte del equipo de Valencia en un montón de WordCamp más, lo que me alegrae normemente y me genera satisfacción. Crear tu comunidad local, plantearte una WordCamp y, sin duda, organizarla, es todo un reto del que hay que querer aprender.

En Valencia recuerdo una frase que no había vivido hasta ese momento. Habitualmente tenemos el «hasta la próxima» o, más o menos «hasta dentro de un mes». En este caso era un «hasta la semana que viene», una sensación entre extraña y emocionante que he compartido en muchas ocasiones junto a Ana Cirujano, otra de las que se ha pegado la paliza este año.

La WordCamp Pontevedra era otra de esas que generaba expectativas altas. Por un lado, porque la organizaban varios conocidos habituales de la Comunidad, por otro porque iba con dos de mis socios de un proyecto nuevo que acababa de montar. Hacer la WordCamp en una universidad creo que puede ser siempre uno de los mayores éxitos que podemos alcanzar porque en el fondo los que damos charlas en modo de ponencia o en modo taller, lo que queremos es explicar lo que sabemos, como de un profesor se tratase. Sin duda la sorpresa mayor fue ver un domingo por la mañana a más de 80 personas en una sala para participar en el Contributor Day. WordPress es software libre, es código abierto, y eso significa que lo crean personas como tú y como yo. Traducir, programar,diseñar, comunicar, organizar… todos los minutos que dedicas a WordPress hacen que el gestor mejore como proyecto comunitario, da igual haciendo el qué.

Después de Pontevedra llegaba el turno de la WordCamp Barcelona. Todos los que este año habéis participado en la organización de una WordCamp sabéis lo que significa y organizar Barcelona no ha sido tarea sencilla, ya que la presión que nos ponemos el equipo es mayúsculo. Existe una cara oculta en cualquier evento que es todo lo que no se ve y, sin duda, perderte tu propia WordCamp. Pero la satisfacción de participar en una WordCamp es todavía mejor, ya sea como organizador, como ponente o como voluntario, gracias a los cuales no se conseguiría nada.

Para acabar el año no había mejor escenario que Granada. Y es que, como a muchos, la WordCamp Granada nos hacía especial ilusión. Yo he estado por ahí en la sombra ayudando como he podido, que básicamente es con mi experiencia de abuelo. La WordCamp Granada ha sido la suma de todo lo que he contado a lo largo de este texto: amigos, compañerismo, buen rollo, buena comida, turismo,conocimiento, show (en el que me incluyo) y, en resumen, WordPress.

Este año 2019 que ya se acerca presenta muchas nuevas oportunidades. Algunas WordCamp repiten, otras van a ser nuevas, otras se retiran (temporalmente) del calendario, pero lo que sin duda persiste es la gente que participa en la Comunidad, personas cercanas, con las que puedes conversar, personas que se convierten de completos desconocidos en amigos, personas con las que puedes contar cuando menos te lo esperas.

WordPress son líneas de código; WordCamp son personas.

Una respuesta a “Cómo he vivido un año(2018) de WordCamp (por Javier Casares)”

  1. ¡Eres el Willy Fog de las WordCamps Javi! jajajaja
    Un año intenso, sin duda. Muchas gracias por tu valoración tan positiva de WCIrun, es un honor para todo el equipo de organizadores y voluntarios <3

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