Posiblemente uno de los puntos más bonitos de la Ruta. Hay que ir desde Plaza Nueva junto al cauce del Río Darro (uno de los paseos más bonitos por Granada) hasta llegar al Paseo de los Tristes.
A lo largo de la Carrera del Darro podremos ver:
- Los restos de la puerta defensiva sobre el río llamada la Puerta de los Tableros. Aquí puedes ver una reconstrucción 3D de cómo era esta puerta defensiva.
https://twitter.com/Policia_Granada/status/954987033155469312 - Justo frente a la Puerta de los Tableros, hay un pequeño edificio haciendo esquina que es El Bañuelo, unos antiguos baños árabes.
- A lo largo del recorrido encontrarás el Convento de Zafra (donde puedes comprar exquisitos dulces hechos por las monjas), la casa de Zafra o Museo Arqueológico Etnológico de Granada, la iglesia de San Pedro y San Pablo.
- A tu derecha podrás admirar parte de La Alhambra en todo momento.
Cuando desemboques en el Paseo de los Tristes, éste comienza donde está el Puente de las Chirimías.
El puente de las Chirimías es un antiguo puente árabe reconstruido en 1882. Es el que permite pasar a la casita que hay al otro lado del río llamada Hotel Reúma.
- La chirimía es un instrumento de viento-madera antepasado del oboe, que suena muy parecido a la dulzaina.
El Hotel Reúma, que otros llaman “casita de muñecas”, fue el Hotel Bosques de la Alhambra, que se construyó en 1910. Su ubicación lo hizo muy popular para bien por el enclave maravilloso en el que se encuentra, pero fue también causa de su muerte, ya que al estar en un terreno extremadamente húmedo, quedarse allí era una experiencia insufrible, por lo que la gente dejó de ir.
Después de cerrarlo, algún genio decidió abrir allí un hospital. Hoy día tiene sus propias leyendas de “espíritus enfermos» que vagan por allí.
El nombre oficial de esta plaza alargada es el Paseo del Padre Manjón (anteriormente Paseo de la Puerta de Guadix, ya que por aquí se salía de la ciudad hacia esa localidad). Pero en el siglo XIX éste era el camino hacia el cementerio de San José, que se encuentra a espaldas de la Alhambra, en la parte alta de la colina de La Sabica. Todos los cortejos fúnebres pasaban por el paseo del Padre Manjón y muchas personas despedían al difunto antes de subir la cuesta hacia la Sabica, llamada Cuesta de los Chinos, que circula paralela a la Alhambra.
Era normal a principios del siglo XX (de 1900 a 1910) que la persona muerta no hubiese dejado ninguna fotografía en vida, y había fotografos que se anunciaban de la siguiente forma, como hacía éste:
“José Pimentel. Fotógrafo. Especialista en difuntos. Trabajos a domicilio. Las salidas extraordinarias al camino del cementerio no tienen sobreprecio”.
Esto es porque era típico que acudiesen estos fotógrafos a la Cuesta de los Chinos (o de los muertos), y aprovechando la soledad y los recovecos del camino, se sacase al cadáver del ataúd, se apoyara en la tapia del cementerio y se hicieran con él sus acompañantes.
Reto en este punto
Hacer una foto del Hotel Reúma de fondo con cara de ir a un entierro.
Ubicación
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